Zahara de la Sierra

Con un «No pudo ser», podríamos resumir la ruta de ayer.

Cargados de ilusión nos aventurábamos, más tarde de lo previsto inicialmente (problemas con el portabicis y el coche), por los caminos y senderos que surcan las laderas de la bella localidad gaditana. Ya habíamos realizado la ruta «madre» en varias ocasiones anteriores y habiendo contemplado las casi infinitas variables que ésta nos ofrecía, decidimos a principios de semana regresar a Zahara, para tratar de «cerrar» una ruta en la que teníamos puestas muchas esperanzas…

Sin embargo muy pronto descubrimos que no sería así, o al menos ayer, ya que según avanzábamos las señales de trabajos con maquinaria pesada eran mas evidentes. Las consecuencias; degradación del entorno, subidas (ya de por sí muy duras) y bajadas, ahora impracticables debido a las piedras sueltas, etc, etc.

Pero bueno, como no todo van a ser sensaciones negativas de la salida de ayer, diremos que descubrimos (gracias al enano chivato), un par de prometedores senderos que no pudimos afrontar por falta de tiempo y energías (se nota el estado de forma en los comienzos de la temporada), y que vislumbraban aquello que inialmente buscábamos; exclusividad en el recorrido y belleza.

Anécdotas varias; las mosquitas como eternas y ansiosas compañeras, que tan pronto amagaban con atacar a los ojos, como con ser el alimento energénico de gusto dudoso. La ya famosa curva del «mono», que debe su nombre a la extraordinaria anécdota, escenografiada de mi pimo Manué. La salida de pista y entrada en la zanja lateral del rey del Betadine (mi pimo decía que solo me faltaba la palá de arena). El olvido y ya van… de Ramón con la documentación del coche, lo que ya nos costara una multa de la Benemérita en su día, etc, etc…

Bueno ya os mantendremos informados desde nuestro «Espacio Manteka» de las próximas «acometidas» a la zona, pero eso sí, os prometemos desde ya, que sea como sea, os ofreceremos esta temporada una ruta por Zahara de la Sierra llena de encanto, belleza y lo más importante, buena compañía.

Un saludo amigos.