II Cicloturista «Ruta del Lago»
Esta vez las cosas no han sido como siempre, entre la rodilla de langui y mi fuerte catarro, estuvimos dudando hasta el último momento la asistencia o no a la prueba. Pero a pesar de todo y dado el fuerte espíritu Manteka nos animamos a hacerla.
Al llegar al aparcamiento nos dirigimos a recoger el dorsal y dar algunas vueltas por el lugar, parecía que no iba hacer frío, como luego pudimos comprobar con temperaturas en ruta de 28 y 29º. En la salida nos ofrecían un desayuno con café expreso y un bollo tras el cual nos colocamos en posición con el resto de ciclistas, esta vez fue más suave que la anterior ya que realizamos la vuelta al pueblo por unas cuestas de mayor suavidad.
Discurrimos luego rodeando el embalse, cruzando algunas parcelas de ganado hasta que llegamos al Coto de Bornos. Sorprendentemente esperábamos la presencia de barro tras las últimas lluvias caídas, pero la organización se las ingenió para que así no fuera. Llegamos al primer avituallamiento donde pudimos reparar fuerzas de este primer tramo. Pasado un rato emprendimos de nuevo la marcha, esta vez aproveché para ocupar un lugar en la cabeza junto a la organización. Aquí es donde le pierdo la pista a Langui que seguramente se le agravarían las moslestias en la rodilla tomando alguna ruta alternativa. De poco me sirvió esta nueva posición, pues me gusta dejar aire entre el ciclista que va delante. Sin embargo esto deja la puerta abierta a que se introduzcan los que vienen detrás, que parecían que iban de maratón en vez de cicloturista, muchas veces ocasionando un peligro y riesgo de caída innecesario. Pasado un cortijo llamado la Yeguas le perdí la pista a la ruta. Al parecer íbamos dirección a las Cabezas pero la ciclo se quedó en eso ciclo y perdió el apartado de turista, podríamos llamarla ciclomaratón en vez de cicloturista y con esto quiero hacer una crítica y es que la gente no aprende. Si vas en una Cicloturista es para eso, siguiendo los pasos de la organización y no para ir arrollando a nadie ni haciendo barbaridades queriendo adelantar a toda costa. Bueno perdido el rumbo nos dirigimos al Castillo de Espera con una gran subida que casi nos deja sin aliento y que marcó el resto de la ruta. Al Bajar al pueblo nos encontramos con el 2 avituallamiento. La organización fue expléndida y nos ofrecía de casi todo para recuperarnos.
Pero lo peor estaba por venir las cuatro cuestas semiasfaltadas que nos llevaban a la zona libre. Muchos de nosotros tuvimos que poner pie en tierra para completar este tramo. Llegada a la zona libre teníamos la posibilidad de volver por la carretera, optando sin embargo por entran en ella para ver la ruta completa. Esta zona era de piedra y roca con bastantes escalones y muy interesante, con un poco de habilidad y dejando ir la bici se podía hacer, como así fue la primera parte, luego debido al notar la pierna algo cargada por llevarla en flexión decidimos hacer el resto a pie. Seguro que a langui, salvi, manuel y Ramón les hubiese encantado este tramo. Cuando llegamos a la carretera la Guardia Civil y la organización nos desvió por unos carriles laterales al pueblo, con una cuesta algo empinadas y con piedras para terminar este último tramo cruzando por un puente y llegando al punto de meta donde nos recuperamos con un exquisito almuerzo que la organización nos había preparado.
Al llegar al aparcamiento nos dirigimos a recoger el dorsal y dar algunas vueltas por el lugar, parecía que no iba hacer frío, como luego pudimos comprobar con temperaturas en ruta de 28 y 29º. En la salida nos ofrecían un desayuno con café expreso y un bollo tras el cual nos colocamos en posición con el resto de ciclistas, esta vez fue más suave que la anterior ya que realizamos la vuelta al pueblo por unas cuestas de mayor suavidad.
Discurrimos luego rodeando el embalse, cruzando algunas parcelas de ganado hasta que llegamos al Coto de Bornos. Sorprendentemente esperábamos la presencia de barro tras las últimas lluvias caídas, pero la organización se las ingenió para que así no fuera. Llegamos al primer avituallamiento donde pudimos reparar fuerzas de este primer tramo. Pasado un rato emprendimos de nuevo la marcha, esta vez aproveché para ocupar un lugar en la cabeza junto a la organización. Aquí es donde le pierdo la pista a Langui que seguramente se le agravarían las moslestias en la rodilla tomando alguna ruta alternativa. De poco me sirvió esta nueva posición, pues me gusta dejar aire entre el ciclista que va delante. Sin embargo esto deja la puerta abierta a que se introduzcan los que vienen detrás, que parecían que iban de maratón en vez de cicloturista, muchas veces ocasionando un peligro y riesgo de caída innecesario. Pasado un cortijo llamado la Yeguas le perdí la pista a la ruta. Al parecer íbamos dirección a las Cabezas pero la ciclo se quedó en eso ciclo y perdió el apartado de turista, podríamos llamarla ciclomaratón en vez de cicloturista y con esto quiero hacer una crítica y es que la gente no aprende. Si vas en una Cicloturista es para eso, siguiendo los pasos de la organización y no para ir arrollando a nadie ni haciendo barbaridades queriendo adelantar a toda costa. Bueno perdido el rumbo nos dirigimos al Castillo de Espera con una gran subida que casi nos deja sin aliento y que marcó el resto de la ruta. Al Bajar al pueblo nos encontramos con el 2 avituallamiento. La organización fue expléndida y nos ofrecía de casi todo para recuperarnos.
Pero lo peor estaba por venir las cuatro cuestas semiasfaltadas que nos llevaban a la zona libre. Muchos de nosotros tuvimos que poner pie en tierra para completar este tramo. Llegada a la zona libre teníamos la posibilidad de volver por la carretera, optando sin embargo por entran en ella para ver la ruta completa. Esta zona era de piedra y roca con bastantes escalones y muy interesante, con un poco de habilidad y dejando ir la bici se podía hacer, como así fue la primera parte, luego debido al notar la pierna algo cargada por llevarla en flexión decidimos hacer el resto a pie. Seguro que a langui, salvi, manuel y Ramón les hubiese encantado este tramo. Cuando llegamos a la carretera la Guardia Civil y la organización nos desvió por unos carriles laterales al pueblo, con una cuesta algo empinadas y con piedras para terminar este último tramo cruzando por un puente y llegando al punto de meta donde nos recuperamos con un exquisito almuerzo que la organización nos había preparado.
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