Pto. Real – Benalup
No es fácil resumir en pocas palabras 100 kms. de pedaleo, llenos de anécdotas y buen humor, pero, con las disculpas por lo que seguro olvido, comienzo recordando la temprana hora de salida, siete y media, desde las inmediaciones del hospital puertoleaño, la fina lluvia que de forma breve nos acompañó durante algunos minutos y las buenas sensaciones de lo que seguro sería una bonita jornada de mtb.
Erbisho, Dany, Langui, Salvi, Billy y Manuel, estos dos últimos celebrando cumpleaños, nos propusimos realizar la mitad del Corredor Verde Dos Bahías, a fin de conocer su estado de ciclabilidad con vistas a la próxima nocturna de Julio.
Excepto algunos pequeños tramos, donde el cieno (mierda pura), los derrumbes producto de las últimas aguas y sobretodo de la mala construcción, las roderas y las inesperadas crecidas de los riachuelos, ponían en jaque nuestra pericia sobre las bicis, los kms.recorridos han sido de satisfacción para todos (aunque algunos, a causa del ritmo empleado, los hayan reconocido, e incluso odiados, más que otros).
En cuanto a lo mas esperado, las anédotas, os diré que ha sido inolvidable el desayuno regalado por Manué, asqueroso los metros de cieno asidonense, el paso del bautizado como río Quema (tan crecidito el joío que el Seprona nos advirtió), el estreno del plato pequeño del Bisho y el poder ver sucia su bici, la preocupante pérdida de aceite de Langui y el no menos desconcertante exceso del citado elemento de Dany, las caídas simpáticas y sin consecuencias de casi todos, la nevera de Billy repleta de cervezas, las chacinas, patatas y aceitunas que florecieron en la bandeja trasera del coche, y la sapiencia en asunto de cervezas (marcas, procedencias e historias de las mismas incluídas) del grupo, así como la incredulidad en cuestiones espaciales de gran parte del mismo (…).
Ah, se me olvidaba, muy presente los ausentes; especialmente Pepa. ¡Vuelve pronto amiga, el Manteka no es lo mismo sin tí!.
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