«Fuera de pista» Montellano

No exageraba lo más mínimo Miguelón Acevedo, responsable de la organización, cuando exaltaba la belleza de la sierra de San Pablo, así como la dureza de las subidas y, sobretodo, de las bajadas del circuito diseñado.
Pepa y un servidor hemos tenido la suerte de representar al MANTEKA en lo que, sin duda, ha sido un día deportivamente memorable. Tras llegar con tiempo a la convocatoria (cosa impensable para quien nos conozca), nos homenajeamos con un espléndido y serrano desayuno (las tostá tenían el tamaño de la cara de Pepa), recogimos los dorsales, atendimos a las primeras indicaciones y explicaciones y, como no, aprovechamos para difundir el próximo duathlon cross.
Ya en línea de salida, vemos que hay pocas bromas, la gente va fuerte y así lo «cantan» las fabulosas equipaciones pero, sobretodo, el ritmo que se marca desde la salida y que, en las primeras y exigentes subidas, coloca a cada cual en su sitio…
Chicas, no exagero si os digo que, por momentos, sufrí más que en la reciente maratón sevillana… A los desniveles de vértigo, tenemos que añadir el peligro de las bajadas técnicas y resbaladizas por lo embarrado de los senderos (éstos a veces se perdían entre la espectacular frondosidad de la serranía). Y llegados aquí, os confieso, que nunca en mi vida, había visto a personas (sí a cabras), bajar entre las piedras a la velocidad  que hoy me han adelantado varios corredores. Pepa, sublime, disfrutando, como no, de las bajadas (este chaval baja extraordinariamente hasta sin bici), cumplió y llegó a meta con un trote cómodo que evidencia su buen estado de forma. Ya os lo dirá, pero ha disfrutado como su niña en el día de Reyes.
Un pueblo coqueto y acogedor, una organización cuidada, múltiples detalles de recuerdo (bolsa del corredor, cervecitas, tapeo, guisote, sorteos, etc.) y un precio auténticamente popular hacen que, unido a un entorno natural privilegiado, la «Fuera de Pista» de Montellano, reúna todos los elementos para convertirse, Dm, en una de las clásicas del calendario Manteka.
Gracias a los amigos de Montellano, por el esfuerzo y dedicación invertidos. A todos ellos; ¡FELICIDADES!

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