Alcornocales, mereció la espera
Amigos, habrán sido varias las veces que haya realizado la ruta de hoy, excepto el primer y «adrenalítico» tramo de bajada fuera de pista, pero pocas veces habré disfrutado tanto cada palmo de nuestro bendito Alcornocal.
Tras un desayuno relámpago en Ubrique cortesía de Santi, gracias amigo, salimos desde el peñón del Berrueco. Envueltos en un ambiente primaveral, pronto decidimos abandonar los tramos marcados y pedalear hacia senderos «intuídos». El resultado no pudo ser mejor, preciosas bajadas entre piedras, arroyuelos y madroños.
Emilio y Santi, demostraron una temeridad solo comparable con una prometedora pericia y Pepe, nuestro «invitado» de lujo, tiró de galones y experiencia para reivincarse sobre su Trek.
Lástima que el disponer de poco tiempo nos privara de realizar una de las bajadas mas importantes, técnicas y sorprendentes de la ruta, pero el firme propósito de ser fiel al horario prometido, nos privó de ella en favor de la post-ruta (neverita playera a pie de coche). Bueno, D.m., otra vez será.
Por cierto chicos, la ruta de hoy nos ha ofrecido la posibilidad de apalabrar un almuerzo en pleno parque para la próxima primavera. Así que ya sabéis, estad atentos que oportunidades como estas no son frecuentes.
Ole ole ole , me alegro de haber disfrutado con gente tan maravillosa de unas pedaladas que no caerán en el olvido.
Pues ya sabes, que sean las primeras de muchas más.