Duatlón de Sanlucar
Pues ya limpitos y satisfechos después de haber concluido con éxito la primera incursión, o excursión según se mire, del Manteka Bike en el mundillo del Duatlón, nos disponemos a relataros las mejores anécdotas de un día realmente bonito.
Nublado, sin levante y con una temperatura impropia de la fecha, tres valientes insensatos, cruzaron la campiña jerezana, para llegar a las playas de la vecina localidad de Sanlucar, para ofrecer lo mejor de cada uno.
Ramón nos regaló una pintoresca y nada discreta indumentaria que dejaba muy a las claras su intención de no pasar desapercibido en la prueba, Langui se armó de una de sus mejores virtudes; la constancia, para afrontar el reto, y quien suscribe, se limitó a disfrutar como un crío de la compañía de estos monstruos y del gusanillo de la «arta competició».
Tras un breve calentamiento que consistió basicamente en echar una inoportuna meadilla en orillas sanluqueñas disfrutando de la imagen del Coto de fondo, nos abrazamos ya nerviosos e instantes antes de salir, para recordar tácticas de equipo e instrucciones trabajadas durante meses atrás por nuestro ausente míster JM. (lástima que todo tu empeño no sirviera para nada)
Una voz trataba de impartir confusas instrucciones a través de un cascado megáfono bajo el arco de salida, las últimas bromas de los participantes (sobre todo en la parte trasera del grupo, que logicamente era la ocupada por nosotros), y cuando menos lo esperábamos… ¡un tiro!, que tras comprobar asustados que no dejaba herido alguno, marcó el inicio de la prueba; ¡Corre Forest, corre!
A partir de aquí, arena, grupos de sufridores, sorprendidos veraneantes, carrera, bici, más carrera…
Nuestras opciones estuvieron claras desde el principio, es decir no tuvimos ninguna, renunciamos solidariamente a los títulos en favor de aquellos otros participantes a quienes mas ilusión le hacían éstos (y había gente a quienes les hacía muuuuuchha ilusión…).
Disfrutamos de una disciplina nueva para nosotros, arropados de nuestras familias, que aunque tarde (excepto la hermana, cuñado y sobrinos de Ramón que a la postre se convirtieron en nuestro mejor equipo de asesores, técnicos y reporteros gráficos) llegaron y sobre todo, celebramos una mañana espléndida de un domingo magnífico, haciendo algo realmente importante para el espíritu Manteka; forjando amistad, elaborando proyectos y creando recuerdos y sensaciones imborrables.
Y como colofón a la mañana, un espeto de sardinas con unas cañas y tinto de verano, las niñas rebozadas de arena jugando con las duchas, las esposas y la tortilla, y la innegable certeza de haber hecho lo correcto con las personas adecuadas. En falta, mi pimo Manué, JM, y otros amigos que ayer hubieran disfrutado y reído de lo lindo entre tanta güena gente
Un fuerte abrazo a todos.
salvi (FOTOS)
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